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Otro alemán, número uno 25 años después

Guillermo Salmerón | Domingo 27 de febrero de 2011

El nuevo número uno del mundo conseguido por Martin Kaymer en el Accenture Match Play ha hecho que lo mejor del golf alemán vuelva a ser recordado. Esta primera posición de Kaymer no es la primera de un jugador teutón. Ya en 1986, hace ahora 25 años, Bernhard Langer disfrutó de ese lugar en una de sus mejores temporadas.



Fue en 1986 cuando un jovencísimo Bernhard Langer consiguió auparse al número uno del mundo por primera vez. "1985, asegura Langer, fue mi mejor año. Gané siete torneos en los cinco continentes y me convirtió en el número uno del mundo”.






 

Y es que en ese mismo año, en 1986, se llevó a cabo el primer Ranking Mundial, entonces denominado Sony World Ranking, siendo Bernahrd Langer el primer número uno mundial de la historia ranqueado de esa manera. En esa primera clasificación, Severiano Ballesteros era segundo, Sandy Lyle tercero, Tom Watson cuarto, Mark O`Meara quinto y Greg Norman, sexto.

 

Un año antes Langer había ganado el Masters de Augusta, un torneo que volvería  conseguir algunos años después, en 1993. Dos triunfos que se sumaron a los de toda una prolífica carrera que alcanzó en su época en el Tour profesional los 42 entorchados y un récord igualado con Severiano ballesteros: el de haber conseguido en 17 años consecutivos, por lo menos un triunfo en cada temporada.






 

En su etapa en el Champions Tour, donde juega actualmente, Langer ha conseguido desde 2008 catorce victorias demostrando que sigue estando a un excelente nivel y que tiene cuerda para rato.

 

La misma que ha demostrado tener un Martin Kaymer que, 25 años después, ha vuelto a conseguir que un alemán domine el golf mundial. Langer no estuvo demasiadas semanas en ese primer puesto mundial, pero Kaymer da la sensación de que tiene posibilidades de quedarse en un puesto que ahora también tiene muchas novias. Desde él mismo, pasando por Lee Westwood, el propio Tiger Woods y Graeme McDowell, que sigue imparable hacia su sueño, que no es otro que ser el mejor jugador del mundo.






 

Sin embargo, hoy por hoy, el número uno sigue siendo europeo y ahora habla alemán. Seguro que Langer, desde su retiro dorado de Estados Unidos recordará con cariño aquellos años de 1986 en los que miraba desde lo más alto al resto del golf mundial. Hoy por fin ya tiene sucesor.