Con este triunfo, Quirós entra definitivamente entre los que pueden optar en no demasiado tiempo a luchar, como ahora lo hacen Lee Westwood y Martin Kaymer, por el número uno del mundo. Ahora todos dirán que “ya lo decían”, que el gaditano era carne de triunfo de primera clase, pero también muchos se acordarán cuando no lo hacía bien en los Masters de Augusta.
Es cierto que el golf español está muy necesitado de una figura como el gaditano, lleno de virtudes y posibilidades pero también con recorrido suficiente como para seguir mejorando. Si Quirós es inteligente seguirá durante mucho tiempo con Pepín Rivero, su gran mentor y maestro.
El madrileño, todo un campeón del mundo y de la Ryder Cup, sabe que tiene una joya entre las manos. Un diamante pulido pero que puede brillar mucho más. Su juego es espectacular de tee a green y en cuanto mejore un poco más alrededor del green puede ser mortal de necesidad. Que se vayan preparando los Westwood, Kaymer, Woods y compañía. Da la sensación que Quirós llega para quedarse y que su nombre va a sonar mucho dentro de muy poco.