MDO | Martes 21 de diciembre de 2010
Tiger Woods se ha ido de vacío en 2010 algo que no había pasado nunca en la historia de la carrera de este jugador que además ha perdido el número uno del mundo. Como se esperaba, ha sido el año de su estrepitosa caída tras el destape de los escándalos sexuales que se descubrieron a finales de 2009. Su regreso tras varios meses ausente no ha sido todo lo bueno que hubiera querido, y queda por ver cómo responderá en 2011.
Un año en la nueva vida de Tiger
Nada de nada. Ninguna victoria en 2010. Ni siquiera la de su torneo a finales de año, el Chevron Callenge, prueba de su Fundación que estuvo a punto de ganar pero que perdió en el play off con McDowell.
Tiger Woods asegura que 2010 le ha servido para ser mejor persona. "He aprendido mucho como jugador y sobre todo como persona", ha dicho. En un año en el que no ha conseguido ganar nada, algo que no había ocurrido nunca, y en el que ha pasado por malos momentos tras la ruptura de su matrimonio a raíz de los escándalos sexuales que se descubrireron a finales de 2009.
Tiger no ha sido el jugador de siempre y ha demostrado este año ciertas dudas. En todo caso ha tenido, en sus 12 torneos del PGA Tour, oprtunidad para demostrar su empeño. Ha terminado con cuatro top ten, reflejando un cuarto puesto en el Masters, y en el US Open, además de un sexto puesto en el HSBC.
En un annus horribilis para Tiger, el estadounidense ha dejado alguna perla de cara a 2011. Está cambiando el swing y tiene muchas ganas de cara al futuro. "Me encanta el golf y sé que cuando juego bien soy bastante bueno", avisó hace unos días.