MDO | Viernes 29 de octubre de 2010
Por segundo año consecutivo, ocho cadetes de la Federación de Madrid y otros ocho de la Fundación Banús, han protagonizado el Cadam de la Apei Costa del Golf en Villapadierna. Los jóvenes han capitaneado un equipo con dos periodistas y un invitado en una prueba que consigue dar a los cadetes un plus de responsabilidad. Este año la prueba se ha comprometido con la candidatura de Madrid para la Ryder 2018.
Flamingos Golf, unos de los tres recorridos de Villapadierna, ha sido este año el escenario del II Cadam Apei Costa del Sol, organizado por la Asociación Profesional Española de Periodistas en una iniciativa en la que los protagonistas son los jóvenes cadetes de la Federación de Madrid y de la Fundación Banús.
Ocho equipos han sido capitaneados por jóvenes madrileños del programa Cetema, la Escuela promovida por la Federación madrileña para que las promesas del golf puedan antrenar y al mismo tiempo seguir con sus estudios, mientras que otros ocho lo han sido por jóvenes de la Fun dación Banús, volcada en la formación y cultura de los jóvenes de Marbella.
El ambiente ya desde primera hora ha sido excepcional, con los jóvenes volcados en la dirección de sus equipos y planificando bien la estrategia de cara al juego. La modalidad contaba la bola del cadete y la mejor de los amateurs, de tal modo que los golpes eran cuidadamente estudiados.
Todo comenzó con la ya tradicional foto de familia después de un copioso desayuno. Enseguida la salida a tiro y la competición. Jugadores como Jorge Armenteros, de Tiempo de Juego de la Cadena Cope, o Rafa Sánchez, de Al sur de la semana, y otros periodistas como Antonio Tomás, de la agencia Efe, Esteban Gómez o Elena Jiménez, de TVE, Miguel Ángel Barbero, de ABC, pudieron comprobar de primera mano la buena preparación de estos jóvenes de cara al futuro.
La competición estuvo muy reñida y fue Loic Servan el ganador masculino y Beatriz Prados la ganadora femenina. Sus equipos lograron compenetrarse de tal forma que alcanzaron un rendimiento sensacional. En algunos casos, el cadete pudo mostrar algunos secretos del swing que muchos agradecieron, en un comportamiento propio ya de un Pro Am como Dios manda. Un Cadam que ya se ha consolidado y que consigue crear un clima profesional con jóvenes llenos de ilusión.