Somontes se ha convertido en el mejor ejemplo del antes y el después de una instalación de golf que vive con la ilusión de conseguir la excelencia y la mejora constante. Y como muestra un botón.
Y es que durante los años 2009 y 2010, como aseguran desde la nueva propiedad de Somontes Golf, “las instalaciones de este complejo deportivo sufrieron un gran deterioro debido a lo duro de los últimos inviernos y a un mal mantenimiento de las mismas, como se puede apreciar en las fotografías”.
“Con la nueva gestión de Somontes Golf, y la intención de ofrecer un servicio de golf de calidad, el campo de prácticas permaneció cerrado durante todo el mes de agosto para levantarlo completamente y volver a plantar las 2,4 hectáreas con un césped de especial calidad para aguantar las inclemencias del invierno madrileño”.
Para la dirección de Somontes Golf, "el cambio ha sido brutal", algo de lo que uno se cerciora en cuanto ve el actual estado de un Club de golf espectacular.
“Los greenes son de césped artificial e importados desde Irlanda, con lo que se asegura que el objetivo de juego permanece intacto durante todas las estaciones del año. Un ejemplo de lo que se puede hacer con ilusión, con ganas y con unos recursos económicos limitados pero suficientes para poder ofrecer al aficionado una instalación única.