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La transexual Lana Lawless desafía a la LPGA

Guillermo Salmerón | Viernes 15 de octubre de 2010

Lana Lawless nació hombre y hace cinco años decidió hacerse una operación de cambio de sexo. Policía de profesión, el golf siempre se le dio muy bien, tanto que hora quiere hacerse profesional y tomar parte en las pruebas de la LPGA en Estados Unidos. Hace dos años, en 2008, Lana ganó el Concurso Nacional de Drive más Largo, pero al año siguiente ya no la dejaron participar. Ahora, ha denunciado al LPGA porque tampoco la dejan jugar su circuito.

 



La LPGA se basa en su normas, que dicen que “para jugar el circuito y sus pruebas, las participantes han de haber nacido mujer”. En Europa, hace ya algunos años, se vivió este mismo caso con la australiana Mianne Bagger. De la misma manera que en el circuito estadounidense, la normativa del LET (Ladies European Tour) hablaba de la obligatoriedad de nacer mujer para jugar sus torneos, pero Bagger, de 37 años y radicada en Australia, había podido jugar el Tour tras la eliminación del precepto "Mujer de acimiento" y la aceptación de las reglas del Comité Olímpico Internacional por parte del LET, que autorizaba a los transexuales a competir entre las mujeres.






 

A ese mismo precepto alega Lana para poder participar en las pruebas del Circuito norteamericano que, de momento, no da su brazo a torcer. Así las cosas, Lawless presentó una demanda federal el martes en San Francisco ante el Tribunal Federal alegando que la norma de "Mujer al Nacer" infringe una ley de California sobre los derechos Civiles. Por si todo esto no fuera suficiente, Lana ha demandado también a varios patrocinadores de torneos de la LPGA y a los organizadores del Concurso del Drive más Largo de América. Un evento que ella misma ganó en 2008, dando un golpe de cerca de 240 metros y en el que no pudo participar en 2009 ya que no la dejaron inscribirse al saberse su condición de transexual, alegando los organizadores la misma reglamentación vigente en la LPGA.

 

"Yo soy, en todos los aspectos, legal y físicamente como cualquier otra mujer”, dijo Lawless en un comunicado este pasado miércoles. "El estado de California me reconoce como tal y la LPGA no puede llegar aquí y organizar un torneo sin cumplir la ley, excluyéndome de esta manera”. Desde la LPGA y el concurso de Drive más Largo no han querido responder ni hacer comentarios sobre las declaraciones de la ex policía, pero lo que sí es cierto es que el Comité Olímpico Internacional ha permitido desde el año 2004 que los atletas transexuales puedan competir, siempre y cuando el competidor se hubiera sometido a la cirugía y hubiera tenido, como mínimo, dos años de terapia de reemplazo hormonal.






 

Este no es el primer caso de un transexual participando en competiciones deportivas para mujeres. El otro ejemplo más conocido fue el del dinamarqués Dane Mianne Bagger, que fue el primero en disputar un torneo del Circuito Europeo femenino de golf. Bagger, de 37 años y radicado en Australia, había podido jugar la clasificación gracias a la eliminación del precepto "Mujer de Nacimiento" y la aceptación de las reglas del Comité Olímpico Internacional, que autoriza a los transexuales a competir entre las mujeres

 

Hasta el momento, pocos han sido los deportistas transexuales que disputaron torneos profesionales femeninos. La estadounidense Renee Richards (anteriormente Richard Raskind), fue la más famosa en el circuito de tenis de la década del 70, y la canadiense Micaela Demaresq, en el Mountain Bike, ha sido otra de las excepciones.






 

El último caso conocido, además del de la estadounidense Lana Lawless, es el de un hombre australiano que se sometió a un cambio de sexo hace dos años y que ha recibido la autorización de la Federación de Fútbol de Tasmania para integrar un equipo femenino.  Ahora, bajo el nombre de Martine Delaney, el transexual fue autorizado por la Federación de Fútbol Australiana (FFA) para integrar un equipo femenino. Pero las cosas no serán sencillas para Delaney, porque por lo menos tres clubes han cuestionado su derecho a jugar en un torneo femenino, debido a que previamente lo hizo como hombre con el club Metro Claremont entre las décadas del 70 y el 90.  Sin embargo, a pesar de todas la trabas, el transexual de 47 años jugará para el equipo femenino de Clarence United, de la primera división australiana, al que se unió durante la actual temporada.