¿Quién iba a pensar que a principios del mes de octubre en el País de Galés llovería con tanta insitencia?, se preguntaban con cierta ironía algunos de los miembros del equipo americano presentes en Celtic Manor. La pregunta vendría dirijida por la mala calidad de los trajes de agua del equipo americano que, al parecer, calan y mucho.
La historia tienen guasa, pero no tanta si pensamos la cantidad de agua que ha caido esta mañana -y la que se espera en las próximas horas en Celtic Manor-. Además, es curioso que este aspecto del torneo -el de la ropa y las indumentarias- no tenga mucha importancia per si tiene su aquel.
Tras el torneo se venderán, tanto en Estados Unidos como en Europa muchas gorras, camisetas, polos, zapatos y todo lo vendible con el logo de la Ryder Cup, así que interesa que esa ropa sea ponible, vendible y de calidad. De ello depende el éxito económico en la organización de un evento como este que ingresa muchos millones de euros para la PGA europea y americana cada dos años.
Pero esta mañana la liebre saltaba cuando un emisario del equipo estadounidense entró en una de las tiendas del club y pidió 20 trajes de agua. La realidad es que con apenas cinco hoyos jugados, muchos de los miembros del equipo de Corey Pavin estaban empapados. Su traje de agua calaba y y muchos de ellos habín protestado por el diseño de un traje que "más pareceía un chandal de cualquier universidad" que un Traje de agua profesional.
Pavin, que ha tenido que aguantar bastantes bromas al respectodijo en su momento que su mujer Lisa le había ayudado a eleigir la ropa del equipo, así que será a ella a la que haya que echarle la culpa. La realidad es que los nuevos trajes de agua han costado cada uno unos 300 euros, aunque en la tienda parece que no tenían para todos. Choco bastante además que en la espalda de todos los jugadores apareciera el nombre garabado a excepción deuno, el de Tiger Woods.