Salía por la mañana a las 11:10, y como ella misma reconoce “cuando mi juego es bueno, no entreno”, y llegaba con cinco minutos de antelación al tee del 1. Flamingos estaba impecable y así ha comenzado el juego de la inglesa. Con cinco birdies y un cuádruple bogey, nada habitual en ella, cerraba una vuelta de 71 golpes. Cuando la hemos visto flaquear, metida en problemas en el 13, se nos encogían un poco los ánimos, pero la experiencia de esta gran golfista ha hecho su trabajo y se ha sobrepuesto enseguida.
El público estaba con ella, la aclamaba y la jugadora sabía responder saludando y sonriendo. Durante el recorrido se enteraba que la estadounidense Christina Kim ha concluido su jornada con un vueltón de 65 golpes y se alzaba a la segunda posición. No importaba, ella seguía jugando con esas bolas amarillas que tanto nos han llamado la atención durante este Open. Nos comentó el primer día que la marca Srixon las ha fabricado exclusivamente para ella pues frenan mejor que las anteriores que utilizaba y además desde que las usa, está teniendo mejores resultados, y eso lo estamos viendo todos.
Es la segunda vez que gana en nuestro país, la primera fue al poco de hacerse profesional allá por el año 86, y creemos que no solo ha ganado este Open sino que se lleva un pedacito de corazón de todos lo que allí nos hemos dado cita. Mujer grande donde las haya, estaba llamada a ser la campeona desde que salió la segunda jornada, cuando se desinflaba la navarra María Hernández.
Ha sido la admiración por su contundente juego y sobre todo por su profesionalidad. El Circuíto está lleno de grandes jugadoras, muy jóvenes en muchos casos, nuestros deseos y esperanzas están puestos en ellas, pero cuando aparecen estas profesionales maduras, llenas de experiencia y que salen a comerse el campo y a disfrutar del golf, nosotros se lo agradecemos y hacen que este deporte est´ñe a la altura de otros muchos. El golf es grande, la Davies también. Felicidades campeona.