Opinión

Rimando Espero: Romance de la Ryder Cup

Basilio Rogado | Sábado 10 de octubre de 2009

Basilio Rogado nos habla, a  su manera, de la Ryder Cup, de la victoria de los Europeos en Celtic Manor, del éxito de Miguel Ángel Jioménez y de Tiger Woods. Una Ryder histórica y una rima que no debe de perderse.






































Europa es un buen equipo

solo cuando juega al golf

aunque algunos, en Bruselas,

digan que allí está la Unión






Europea por más señas,

símbolo de desunión

en un país dividido:

de un lado el francofón






y del otro los flamencos,

no los de la canción,

que los flamencos de veras

andaluces todos son.






El caso es que cuando llega

esa espléndida ocasión

que se llama Ryder Cup,

que en el mundo hace furor,






se apodera del ambiente

el deporte y la pasión.

 






**

 

Desde el mago Ballesteros

siempre hay un español,






el Pisha en esta ocasión,

que tiene al aficionado

pegado al televisor.

Europa, que es un equipo,






solo cuando juega al golf

éste año le ha sacado

a los yanquis la color,

amén de ganar la Copa






Ryder, que fue su creador,

el señor del gran invento

que fue una revolución.

América contra Europa,






con una bola de golf

como símbolo del triunfo

que será para el mejor:

aquel que más birdies haga,






aquel que tenga el honor

de mandar la bola al hoyo

sin la menor dilación.

 






**

 

Y fueron los europeos

en el año del Señor,






octubre de dos mil diez,

y en medio de un chaparrón

de los que suelen caer

en Gales, la de la Albión,






los que ganaron la Copa

al mismísimo campeón

que la tenía en su poder

de la anterior edición.






 

**

 

Y ni el regreso de Tiger






a la gran competición,

ni la presencia de Furyk,

con un swing que es del montón,

ni Stricker, el estirado,






ni hasta el mismo Mickelsón,

pudieron con los muchachos

de Colin el bonachón,

Monty le llaman los fans,






que cumplió con su función

de llevar a la victoria

y bajo su dirección

a los doce jugadores,






toda una selección.

De acuerdo: no era la Roja

 pero se le pareció

 porque tuvo sus momentos






 llenos de gran emoción

 

 

**






 

Cuatro ingleses y hasta un sueco,

un alemán, un español,

dos del Norte de Irlanda,






otros dos de Italia son

y por último quedaba

el irlandés Harringtón.

Jiménez ganó su punto






y la bandera mostró,

la de España por supuesto,

que España es una nación,

por más que les pese a aquellos






que solo tienen pendón.

Y el Pisha, que es malagueño,

al saberse vencedor,

se fumó su puro habano






fuera de competición.

 

**






 

Los hermanos italianos

apoyaron con ardor

pero su fuego de inicio






en artificio quedó.

El caso es que entre todos

lograron ver triunfador

al equipo europeo,






el del color azulón

con su bandera estrellada

como símbolo de unión.

Porque el equipo europeo






dentro de dos años, dos,

quiere repetir hazaña

en campo del anfitrión,

concretamente en Chicago,






y con gran oposición,

europeos y americanos

nos darán otra lección.

 






**

 

ESTRAMBOTE

 






Y cuando en 2018

la Ryder venga a Madrid,

a Tres Cantos en concreto,

que son vecinos de aquí,






a pesar de los problemas

y la porfía baladí,

estaremos orgullosos

y podremos presumir






de tener en nuestra Casa

un torneo de postín.

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