Josega Fernández | Lunes 02 de agosto de 2010
A primeros de agosto, y en las cercanías de San Lorenzo el día del 10, el cielo de viste de estrellas con las lágrimas del santo y da como resultado una lluvia de estrellas.
Pues no hemos tenido que esperar mucho para empezar a ver esa lluvia de estrellas. Las pruebas de esta semana tanto en el Circuito Europeo como en el Americano y en las categorías masculina, femenina y senior, nos han deleitado con unas lágrimas de San Lorenzo muy especiales.
Para empezar, y con bastante adelanto, Ross Fisher se marcó 61 golpes en la jornada del viernes, 30 de julio. Fisher era como esas estrellas que se adelantan a su tiempo con su mejor tarjeta en toda su carrera. Luego llegó el 1 de agosto con la victoria de Yani Tseng, una taiwanesa que ya acumula tres Grandes, dos de ellos en esta temporada, y que no tiembla cuando asegura que quiere más.
En el senior, un alemán, Bernhard Langer, que tras ganar el Open Británico con autoridad, ha acudido al US Open y también lo ha ganado. Langer se muestra intratable y su próximo objetivo es llevarse la Ryder a su país en 2018, peleando contra Madrid. Veremos si su estrella dura.
En el Greenbrier, cuando parecía que ya las estrellas habían terminado de pasar, Stuart Appleby termina ganando el torneo con una tarjeta de 59 golpes, el quinto de la historia de la PGA que lo consigue. Un Mr. 59 más para comenzar este mes de agosto en el que ya han llegado muchas estrellas antes de esas lágrimas que todavía quedan por llegar con el Bridgestone y el PGA. Menudas noches de verano.