Si hay algún jugador del Tour Europeo que lo haya pasado mal en los últimos años ese ha sido Darren Clarke. Superados sus problemas después de la muerte de su mujer por un cáncer de mama, Clarke ha vuelto a revivir y a amar la vida y el golf. En este Scottish Open llega liderato después de una excelente vuelta (-6) y sueña con la victoria el domingo.
Todavía es pronto, muy pronto, pero si tras la primera vuelta de un torneo tan exigente como el Open de Escocia en Loch Lomond y con la presencia de alguno de los mejores jugadores del mundo, ya puedes estar como líder del torneo tras los primeros 18 hoyos, mejor que mejor. Eso es lo que le ha pasado al norirlandés Darren Clarke que, tras unos primorosa primera vuelta, se ha colocado como líder en solitario del que es la previa del Open Británico, aunque ni el campo ni las circunstancias de este torneo tengan que ver mucho con el tercer Grand Slam que se jugará la próxima semana en el mítico St. Andrews.
Clarke, uno de los históricos del golf europeo suma en su palmarés 12 torneos y este, aunque fuera el 13 lo colocaría en una parte importante de su vitrina por varias razones. La última victoria de Clarke en el Tour Europeo fue en Agosto de 2008, cuando ganó el KLM Open. Desde entonces no ha vuelto a estar en lo más alto. Ahora está a solo tres jornadas de conseguirlo. La ruta no es fácil, pero soñar no cuesta nada. Desde luego si juega como lo ha hecho hoy no tendrá demasiados problemas.
Clarke firmó cuatro birdies en los nueve primeros hoyos y dos más en los nueve segundos, sin ningún fallo. Seis birdies que le llevaron al liderato por delante del inglés Graeme Storm, el italiano Francesco Molinari y el irlandés Damien McGraene, todos ellos con -5.
Otro de los puntos de interés de este torneo es, sin duda, la presencia del número dos del mundo, el estadounidense Phil Mickelson que de conseguir la primera o la segunda posición en Loch Lomond lograría llegar al British Open como número uno del mundo destronando a Tiger Woods que tras un torneo benéfico jugado en Europa regresó a Estados Unidos para ver a sus hijos y volver el domingo o el lunes a St. Andrews para intentar hacer un buen papel en el tercer Major de la temporada.
El zurdo terminó en un discreteo puesto 45, al par del campo, y después de firmar dos birdies y un solo bogey en el hoyo 14. Da la sensación que mucho tendrá que mejorar su juego si quiere esa primera plaza mundial aunque da la sensación que lo que verdaderamente le preocupa es afinar su swing de cara al complicado reto de St. Andrews. Junto a él otros representantes estadounidense brillaron más que él, como John Daly, cuarto, que acabó con cuatro bajo par o Heat Slocum, vigésimo primero con dos bajo par.
En cuanto a los españoles, no muy buenas sensaciones tras estos primeros dieciocho hoyos. Los mejores de los nuestros fueron Pablo Larrazábal e Ignacio Garrido, vigésimos con -2; Alejandro Cañizares es trigésimo con -1; Jiménez, Castaño y Quirós ocupan el puesto 75 con +1; pablo Martín Benavides está en el puesto 98 con +2; José Manuel Lara el 134 con +4 y cierra nuestra representación en el puesto 149 rafa Cabrera bello con +7.