Le encanta el golf, competir y vestirse de manera provocativa. Con eso gana muchos minutos de televisión en las retransmisiones, algo de agradecer en un circuito tomado no hace demasiado tiempo por las jugadoras coreana -esas si que dominan los rankings- y cuyo canon de belleza está muy alejado del de la Gulbis.
Además del golf, le apasiona posar, las fotografías y modelar su escultural cuerpo en los gimnasios. Si un día le van mal las cosdas en los campos de golf tienen el futuro resuleto en las pasarelas, seguro.