No sabemos si el color verde le gusta a Tiger Woods, pero es cierto que es color que le persigue en la última temporada. Coloquialmente se dice “le han puesto de hoja perejil” ó “se le ha puesto verde”, a Tiger se le han sacado los colores muchas veces, se ha escrito mucho, se ha especulado más….todo sobre su vida privada.
Este deportista ha llenado más portadas y más espacios deportivos que nadie con sus grandes logros (y lo seguirá haciendo, sin duda) ha estado en la cumbre, ha rozado el cielo y se le ha bajado al infierno, injustamente desde mi punto de vista. En un deportista de élite que genera tanta información, no debe primar lo acontecido en su vida privada, cada uno hace lo que le viene en gana, pero bueno esto queda atrás, sabemos que él como persona tiene mucho trabajo por delante.
En las últimas declaraciones realizadas por el californiano a ESPN en exclusiva, comentó que había hecho muchas cosas malas en la vida, que se había apartado del budismo y de la meditación y había dejado los valores que le habían enseñado sus padres, tras cuatro meses de retiro y 45 días de terapia ha vuelto a encontrar el camino aunque sigue habiendo cosas que se guarda para sí mismo pues dice que son parte de su vida privada. Mi opinión es que todo lo demás también debería haber formado parte de su privacidad y nadie tiene derecho a inmiscuirse, ni a criticar y mucho menos a machacar.
Tiger Woods ha demostrado de lo que es capaz, 14 grandes a sus espaldas y 71 victorias en el PGA tour ¿estos datos no nos dicen nada?, a mí SI, estamos deseando volver a disfrutar de él y de su juego y esto está a punto de pasar, su vuelta a la competición está a la vuelta de la esquina.
¿Tendrá el apoyo de los patrocinadores, de sus compañeros y de sus seguidores? seguro que sí y volverá a acompañarle el color verde en su vida….porque se pondrá la chaqueta verde de Augusta que tan bien le sienta.