Opinión

De Tres Cantos para el mundo

Guillermo Salmerón | Lunes 22 de junio de 2009

La casa de Correos de la Puerta de Sol dará, desde el epicentro la Comunidad de Madrid, el definitivo pistoletazo de salida a la candidatura de la Ryder Cup de 2018. El martes 23 de marzo la oferta madrileña para dentro de ocho años quedará plasmada para siempre como una nueva ilusión por acoger, una vez más, el mejor deporte del mundo en nuestra Comunidad.



Y es que Madrid quiere, desde hace años, una competición de máximo nivel internacional. No ha podido tenerla con las candidaturas de los Juegos Olímpicos de 2012 y 2016 pero parece que lo de la Ryder va absolutamente en serio y que, además, nuestra ciudad puede tener muchas opciones de albergar este torneo bienal que enfrenta, cada dos años, a americanos y europeos y que dentro de ocho podría llegar a la localidad de Tres Cantos.
 






José Folgado, alcalde de la localidad tricantina, del PP para más señas, quiere la Ryder para su municipio y con una gran visión de futuro se ha dado cuenta de que si la candidatura prospera su localidad se dará a conocer en todo el mundo y la Ryder la hará más grandes, más importante y, seguramente, más conocida no sólo por el golf sino por otras muchas cosas más. Pero lamentablemente no todo el mundo piensa así en Tres Cantos.


Enseguida, y me imagino que ya se contaba con esto, se han levantado también voces en contra atendiendo a razones ecologistas, de medio ambiente, de enriquecimiento de algunos, y no sé cuantas milongas más, para argumentar que una competición como esta no es buena para Tres Cantos.
 

 

Ojalá que la Ryder venga a España, a Madrid y a Tres Cantos. Si dentro de un año el Comité Europeo de la Ryder Cup otorga la organización a nuestro país seguro que aquellos que ahora tanto se oponen serán luego los primeros que quieran figurar en fotos oficiales y no tardarán en defender un evento como este, de carácter mundial, que hará un enorme bien a una localidad que podría tener con la Ryder un salto cualitativo a nivel mundial que ya querrían para sí millones de pueblos de toda Europa.