Opinión

Los números 1 ¿se hacen?

Lola Torres | Lunes 22 de febrero de 2010

Si hay algo difícil en la vida es ser el mejor, da lo mismo en que ámbito, en estudios, en profesión o como persona. ¿Un número 1 nace o se hace? Mi opinión es que se hace y además creo que es a base de mucho esfuerzo y de mucho trabajo.



El mundo del golf no es de otra manera. Tiger Woods es el indiscutible número 1 aunque ahora esté en el dique seco, pero no vamos a hablar del californiano porque ya se está escribiendo mucho sobre su vida, sus declaraciones del viernes y de sus adicciones, vamos con las chicas.






 

La mexicana Lorena Ochoa es en estos momentos la número 1 del mundo y no lo ha tenido nada fácil. México o España no son los mejores países para querer jugar al golf, hacerse profesional y llegar a número 1. No hay demasiada cultura de golf y eso que en nuestro país los datos son bastante más halagüeños.

 

A Lorena Ochoa se la ha calificado de niña prodigio, en su país no tenía rivales cuando comenzó en esto. Torneo que jugaba torneo que ganaba. Eran impresionantes las distancias que conseguía y en su juego corto era tan milimétrica como un buen cirujano, además de su poder y fortaleza de mente. El tiempo fue pasando y se dio cuenta de que allí, en su país de origen, no tenía demasiado futuro y ella lo que quería era llegar a ser número 1 mundial, y entonces tuvo que emigrar y esperar a que Anika Sorenstam se desinflara.

 

El golf femenino ya tenía a la mejor en la sueca y  no se lo iba a poner fácil a la mexicana. Al cumplir los 18 años decidió marcharse a la Universidad de Arizona, tenía claro que quería estudiar y jugar al golf, es un sitio ideal para ello, distintos campos donde practicar su deporte y además estaba su carrera en psicología deportiva. Complicaciones las hay siempre y a ella, acostumbrada al español, le costó aprender inglés y manejarse en la vida americana, pero lo consiguió.

 

Quien se quiere dedicar al golf profesional en España le ocurre lo mismo que a Lorena, y tenemos el ejemplo claro en los grandes nombres que empiezan a sonar. Carlota Ciganda, Azahara Muñoz, Marta Silva o Beatriz Recari, son jugadoras que han tenido que marcharse a Estados Unidos a estudiar y poder así llegar a conseguir sus objetivos.






 

La navarra Carlota Ciganda es la mejor amateur de la historia del golf español, lo ha conseguido casi todo, tiene el título de campeona de España en todas las categorías. Ha sido la primera española en competir en un torneo del Circuito profesional, el LPGA Internacional de Phoenix. Carlota, estudiante de la Universidad de Arizona tiene mucho trabajo. Estudia por la mañana y entrena por la tarde y dos días a la semana va al gimnasio a las 6 de la mañana, “eso es lo más duro”, ha declarado la pamplonesa. Tenía miedo cuando llegó pues no sabía si podría adaptarse, ahora se muestra como una persona feliz, más madura. Entrena cuerpo, técnica y mente y opina que todavía le queda mucho que aprender. Segunda en el ranking mundial amateur, cree que no debe adelantar su paso al profesionalismo, le quedan tres años de estudios y quiere terminar, luego ya se verá. Tiene madera de número 1.

 

Carlota con 19 años piensa que lo más difícil de estar en Arizona es que echa mucho de menos a su familia, aunque se muestra contenta, se siente cuidada y está creciendo mucho como persona y como jugadora.

 

La pregunta del principio era ¿un número 1 nace o se hace?, tras comparar un poco la trayectoria de la número 1 y la número 2 “amateur”, podemos llegar a la conclusión de que se hace, se entrena, se trabaja y además se pone mucho esfuerzo personal y grandes dosis de ganas y de ilusión.