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Jiménez cambió su destino en el desierto

Guillermo Salmerón | Domingo 07 de febrero de 2010

Jiménez, que no ganaba desde 2008, cuando consiguió el triunfo en el PGA de Wentworth. Se mete de nuevo entre los primeros 50 jugadores del mundo y presenta su candidatura para ser uno de los elegidos de Colin Montgomerie en la próxima Ryder Cup sumando la segunda victoria del golf español esta temporada.



Con 46 años cumplidos la victoria de Miguel Ángel Jiménez en Dubai se puede considerar como absolutamente épica. No sólo como la consiguió, sino contra quien, los reveses que tuvo que superar y, quizá lo más importante, como nunca se rindió ante nada ni ante nadie.






 

Lo primero que logró fue desesperar con su juego, con su tranquilidad y con su regularidad a uno de los mejores jugadores asiáticos del momento, el tailandés Jaidee que tuvo un putt de apenas medio metro para meterse en el play-off y que falló casi incomprensiblemente. Jaidee se fue antes de empezar el desempate. Por detrás, con Jiménez en la casa club fumándose un colosal Cohiba y viendo por la tele a Quirós y Westwood parecía saber que aquello no había terminado y que se iba a tener que jugar la victoria contra dos auténticos mosntruos del golf europeo, Alvaro Quirós, que está en una gran forma y Lee Westwood, ganador de la Race to Dubai el año pasado.

 

Pero Quirós, que llegó a estar como líder en algunas fases de la última jornada falló con el putt en un par de ocasiones y perdió comba frente a los líderes, sobre todo con Jiménez, al que ya veía con dos golpes de lejanía. Consciente de que tenía que ir a por todas falló un putt en el 17 que le obligaba a ir a por el eagle en el 18 y esa fue su perdición ya que se tiró a green de segundo y se fue al agua, firmando el bogey  y quedándose con -8, en sexta posición, seguramente una plaza que no hace justicia al buen torneo que jugó.

 

Con esos mimbres todo estaba listo para el desempate. La potencia de Westwood contra la seguridad de Jiménez, la explosividad del inglés contra la experiencia del malagueño y las ganas del 'Pisha', ante la mala "milk" de un Westwood que no hacía más que poner caritas, hacer gestos y darse cuenta de que las oportunidades que tuvo no las supo aprovechar y de que Jiménez es uno de los jugadores más grandes del Tour.

 

Al final, después de dos opciones en el 18, las normas del torneo indicaban que tenían que irse al 9 y aquella fue la de Jiménez, que hizo el par mientras que Westwoof falló uno de apenas dos metros que dió la victoria al malagueño.






 

La Ryder está ahora más cerca y sus sueños ya son los nuestros. "Ojalá se clasifique", seguro que está pensando en su escocia natal el bueno de Montgomerie.