Opinión

Pavin & Monty

Guillermo Salmerón | Martes 18 de agosto de 2009

Parece que la guerra psicológica de la Ryder Cup ha comenzado y lo ha hecho con el nuevo año. Las fechas empiezan a pasar y el próximo mes de octubre cada vez está más cerca. Muchos habían dicho que la elección de Colin Montgomerie como capitán europeo de la Ryder Cup no había sido una decisión acertada. Enseguida se habló del mal carácter del escocés, de sus pocos amigos, de su excesiva irascibilidad y, sobre todo, de que no era la persona ideal para capitanear un equipo como el europeo.
 



El ejemplo de Nick Faldo, hace ahora año y medio, parecía que podía dar la razón a quienes criticaban al escocés. Ninguno de los dos ha sido a lo largo de su carrera un tachado de simpatía, es cierto. Pero hay que reconocerles que como jugadores han sido unos verdaderos maestros. A priori, su sapiencia golfística y su experiencia podía llevarles a los dos hacia el triunfo en casi cualquier empresa que empezaran relacionada con el mundo del golf.






 

La primera, la de Faldo, es verdad, salió rana. En ningún momento Faldo supo estar a la altura de la competición, no supo capitanear al equipo con diligencia y tampoco supo reaccionar a tiempo cuando todo parecía estar perdido. La experiencia fue negativa y el resultado claro: Europa perdió la copa y la ilusión por la victoria.

 

Afortunadamente, cada edición se cambia de capitán así que Faldo tendrá que ver la próxima a través de la tele o como invitado de lujo pero no podrá dar ni una opinión al respecto. Esta vez, en octubre, las decisiones las tomará Colin Montgomerie que visto lo visto en Tailandia parece prometer buenas cosas.


Nuestra referencia más cercana, la de Pablo Martín Benavides, habla de un auténtico capitán, simpático, agradable, buena persona y con dotes de mando. Un capitán perfecto. Esperemos que así sea. De momento, en sus declaraciones, comentarios y actuaciones le va sacando ya cierta ventaja a Corey Pavin, su “rival” americano, que anda entretenido ahora con Tiger Woods y la que se le viene encima. Sus últimas declaraciones quieren quitar tinta al asunto pero parece que la realidad es muy diferente. Están muy preocupados y ya veremos lo que sucede. Nadie tiene claras las cosas y menos aún Pavin.