Seis birdies y un bogey han sido suficientes para que el sudafricano Charl Schwartzel consiga su segunda victoria de la temporada y, además, consecutiva tras el Open de África de la semana pasada. Charl se coloca en lo más alto de la Race to Dubai y sigue sumando posiciones en la clasificación mundial.
A los ilustres sudafricanos Retief Goosen y Ernie Els hay que empezar a pensar en ir sumando a Charl Schwartzel como un habitual de las buenas posiciones y también de la victorias. Su triunfo consecutivo durante los últimos 15 días demuestras que es el golfista más en forma del mundo en la actualidad, que habrá que contar con él, si sigue esta progresión en los grande del golf mundial, y que verle ganar en Abu Dhabi sería una barbaridad pero tal y como está jugando nada descabellado.
Schwartzel, con cara de cansado, pero feliz como unas castañuelas, ha demostrado en su casa, en su país y ante los suyos que hay que contar con el en cada torneo que juegue. A estas alturas del año ya suma dos victorias pero en la primera cita del año, en el Dunhill Championship que ganó tan brillantemente Pablo Martín Benavides, también estuvo a punto de ganar, así que visto lo visto, habrá que dar mucho más mérito al triunfo del malagueño que derrotó en buena lid y ante los suyos a un Schwartzel que ya estaba en plena forma.
Para ganar en este Joburg Open, Charl firmó cuatro vueltas espectaculares de 63, 68, 64 y 66 golpes. Cifras estratosféricas que ya empiezan a ser habituales entre los ganadores de torneos. Hacer menos significas estar muy abajo en las clasificaciones y sin opciones de victoria en casi ningún sitio. Para ganar, Schwartzel tuvo que hacer a lo largo de la semana 26 birdies firmando un solo bogey y un doble bogey. Una prueba más de su solidez y de su calidad. Habrá que contar y muy mucho con él de cara a la primera gran cita de la temporada que comienza este jueves en Abu Dhabi.
En cuanto al segundo clasificado, éste ha sido el irlandés Darren Clarke, que no pudo seguir el ritmo de Schwartzel, pero que ha demostrado que de nuevo ha vuelto a disfrutar con el golf y que ya no sólo es la válvula de escape para intentar superar la muerte de su esposa. Clarke ha vuelto y eso es buenísimo para el golf europeo.
Si hablamos de los españoles hay que comentar la actuación de Alejandro Cañizares que aunque estuvo incluso entre los diez primeros de la clasificación en algunos momentos -empezó hoy noveno- su recta final hizo que terminará en una más que discreta vigésimo quinta posición. Sus tres sobre par de hoy le hicieron bajar 16 posiciones, abandonando ese top ten que le hubiera hecho entrar en Abu Dabhi directamente. Al final terminó con siete bajo par excesivamente lejos de la cabeza. Por su parte Carlos Suneson y Carlos Rodiles, que también pasaron el corte, terminaron cuadragésimo primero, con cinco bajo par, y quincuagésimo primero, con -3.