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El año de la recuperación de Seve Ballesteros

MDO | Miércoles 23 de diciembre de 2009

Tras cuatro operaciones que Ballesteros sufrió en su cerebro en 2008 y que hicieron peligrar por su vida, en 2009 su recuperación va por buen camino. El cántabro ha comenzado un nuevo proyecto, el de su Fundación, que intenta ayudar a través del golf a todos los que sufren sus mismos problemas. Entre otras cosas el 2009 se recordará por ser el de la recuperación del gran Ballesteros.



Tras las cuatro operaciones, una aparición pública, allá por el mes de junio, junto a sus doctores y su amigo Matías Prats, que ofició de Maestro de Ceremonias, marcó el nuevo camino en la vida del genio de Pedreña. Entonces apareció lleno de vitalidad, con ganas de comerse el mundo, feliz por su milagrosa recuperación y con un apellido nuevo: Mulligan. “La vida me ha dado una oportunidad y la pienso aprovechar”, decía a los cuatro vientos.







Tras esa primera presencia ante sus amigos, conocidos, prensa y hasta curiosos, Ballesteros siguió con su lucha contra la enfermedad, trabajando, entrenando, soñando y viendo amigos que, a lo mejor, tenía un poco olvidados. Con la enfermedad, la operación y su posterior recuperación parece que Seve aprendió muchas cosas. Ahora está en una nueva etapa de lucha, quizá una de las más duras, la de la quimioterapia. Con ella, Seve ha decidido guardarse de la vista de los demás, intentando descansar, recuperarse y ponerse fuerte.

 

Sus paseos por la bahía de Pedreña, por el campo y sus sueños de volver a jugar para despedirse en St. Andrews le mueven a seguir viviendo. Sus hijos van creciendo y, afortunadamente, el está aquí con ellos para disfrutar de una vida que como dijo el gran Andrés Montes “Puede ser maravillosa”. Y lo es con Seve, entre nosotros nosotros.