El año que termina ha sido duro para la economía y también para el golf. La suspensión de torneos, la rebaja de los patrocinios y la cuantía de los premios han sido consecuencia del mal momento económico mundia, agravado por la retirada de Tiger Woods. Aún así vientos favorables han empujado al sector.
El año 2009 comenzó con la incertidumbre económica. A poco de empezar todo un ilustre jugador, Greg Norman, alzó la voz para proponer la rebaja de los premios en un momento económico negativo. Su idea no fue secundada. Sin embargo sí se cayeron del calendario diversos torneos del Circuito Europeo y Americano.
El British Masters decidió hacer un parón después de la renuncia de Quinn Insurance en el patrocinio. La India también quiso poner freno y suspendió la prueba del Circuito Europeo, un torneo que en 2010 vuelve a la carga. Otro de los termómetros de la crisis fue el anuncio de la rebaja de los premios de Dubai, que de 10 millones pasó a 7,5, por no hablar del anuncio de la moratoria de la deuda de este emirato, que ha hecho temblar muchas estructuras .
Todo se ha agravado con la retirada de Tiger. Se calcula que su ausencia va a hacer perder 220 millones de dólares, por la caída de las audiencias de la televisión y de los patrocinadores.
Por el lado contrario, HSBC quiso crecer en tiempos de crisis y se añadió al calendario mundial. También el Open de Irlanda se hizo fuerte con el apoyo de 3Mobile. Y el Seve Trophy fue rescatado gracias a Vivendi. Datos esperanzadores para 2010.