¿Alguien dudaba de que Woods, el número uno del mundo, con seis victorias esta temporada en Estados Unidos pudiera no estar como líder en este torneo recién sacado de la manga por los rectores del Tour Europeo después de los primeros dieciocho hoyos? Eso es lo que significa ser número uno del mundo.
Así que tras la primera jornada, ya disputada en el Kingston Heath Golf Club de Melbourne, el número uno del mundo ha puesto sus cartas sobre la mesa y se ha ido a la casa club con el liderato debajo del brazo. Para conseguirlo terminó con seis abajo jugando en la línea de sus últimas semanas, bien con los golpes largos y bien también alrededor del green, donde logró buena parte de los éxitos de su tarjeta en el primer día de competición.
Y es que Tiger anduvo fino desde el primer momento, con cinco birdies en los nueve primeros hoyos que no pudo redondear debido a un bogey en el hoyo nueve que luego arregló con otros dos birdies más en los nueve segundos para terminar con menos seis que, sin embargo, no fue el mejor resultado del día. Con él, empataron en primera posición el australiano James Nittis y el australiano Brandon James, que todavía no se creen que puedan estar robándole, aunque sea de soslayo, un poquito de protagonismo a todo un número uno del mundo. Con Tiger jugaron en su misma partida dos de los grandes atractivos del torneo, Rodney Pampling (-1) y Craig Parry (-2).
En cuanto a la única representación española, destacar la presencia de Alejandro Cañizares que tras los primeros 18 hoyos terminó en el puesto 59 de la clasificación con un golpe sobre par para un total de 73 después de firmar dos birdies y tres bogeys.