Posiblemente nadie lo había previsto, pero desafortunadamente las cosas no rodaron bien para Sergio García y quedó eliminado en la primera jornada del Volvo World Match Play.
De un plumazo, el torneo, reformado, con nuevo patrocinador y en su nueva sede en Finca Cortesín, se quedó sin el único español y una de las figuras más atractivas.
Con cuatro jugadores en cuatro grupos, jugando todos contra todas para que los ganadores de cada grupo accedieran a las semifinales del sábado a 36 hoyos, había que repartir 24 partidos en dos jornadas. Unos jugarían dos partidos el jueves y otros el viernes. Nadie pensó en que si el grupo de Sergio jugaba sus dos partidos el jueves podía darse esa fatal circunstancia.
Tras una derrota y un empate, con un solo punto, en un grupo donde Wilson ganó los dos partidos y Allenby tenía tres puntos, Sergio quedaba eliminado y el partido del viernes frente a su amigo, el alemán Martin Kaymer, era un puro trámite, sin ninguna trascendencia.
Seguro que se hizo por riguroso sorteo, ante notario, pero todos sabemos de los horarios de salida de todas, incluidas o incluso más, las grandes competiciones. El “bombo” es tan inteligente que empareja los partidos más atractivos y para los horarios de mayor audiencia en televisión. Aquí no era cuestión de salvar a Sergio, sino al torneo y dar a los patrocinadores, público y espectadores un poco más de espectáculo y emoción.