Ser periodista deportivo debe ser en general estupendo y, entre ellos, ser periodista de golf, sin duda, debe ser el mejor oficio del mundo. Estas razones se me ocurren, a mi que no soy periodista, para esta afirmación tan categórica:: Se dedican a escribir, lo cual ya de por sí es un privilegio. Escriben de cosas que a la gente les importa mucho pero que no tienen ninguna repercusión real en la vida ni de esa gente ni de nadie, es decir libertad sin mucha responsabilidad.
La crónica de si García pasará el corte después de dos jornadas irregulares, no es para jugársela. Son influyentes, por lo que están abiertos a ser agasajados por público, protagonistas, empresas y Administraciones. Viajan, siempre a cargo de la empresa o de la organización. Se que los grandes hoteles también cansan, lo se, pero no hay más remedio. Tienen buen color todo el año. Comen muchos canapés y buen jamón para llevar el pan a casa. De existir competencia entre ellos, no debe ser ideológica; informar si Tiger batirá el record de Nicklaus este año o el que viene tampoco puede generar muchas tiranteces.
Puedes tener amigos y enemigos públicos sin que esto te suponga poner en juego la amistad ni con unos ni con otros, siempre, claro está que seas educado y mínimamente ecuánime. Aplicar el oficio debería ser suficiente para salvar los momentos en que no haya información relevante o falle la inspiración. Pones una entrevista con un jugador emergente que estará encantado de ser entrevistado, o una con el patrocinador del evento y tiras para adelante. Estoy seguro que detrás de cada empresa patrocinadora hay un entusiasta director general de marketing que juega al golf. Otro hombre feliz. .
El periodista de golf, además, practica asiduamente con mejor o peor fortuna, con mejor o peor hándicap, su deporte favorito. No imagino a los expertos en fútbol o en boxeo correr por el campo o subirse a un ring. Tengo un medio sobrino que, ahora que ha terminado la carrera de periodista, quiere llegar a ser comentarista de fútbol. Le pierde la ambición mediática y el ruido. Trato de convencerle que lo sea de golf pero no hay remedio. Prefiere el infarto y la vena hinchada cantando el gooool que la serenidad y buen ambiente de un country club Sí, ser periodista de golf es, desde fuera, el mejor oficio del mundo que mantiene informado al aficionado y contribuye con su esfuerzo a la expansión del golf como deporte y como actividad económica. Enhorabuena y sana envidia a todos.