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Tiger busca su cuarto British

MDO/Agencias | Miércoles 15 de julio de 2009

Tiger Woods regresa al Open Británico después de que el año pasado no pudiera competir debido a su lesión de rodilla. A partir de este jueves en el campo de Turnberry luchará por su cuarto British y decimoquinto Grande.



Doce meses atrás, el golfista estadounidense estaba confinado en su casa de Orlando, aguantando el dolor y viendo por televisión cómo el irlandés Padraig Harrington defendía con éxito el título que había ganado un año antes.






"Mi día consitía en intentar levantarme de la cama para ir al sofá, y luego de volver a la cama", dijo a los periodistas Woods, quien ha ganado tres veces el Abierto Británico.

Woods se sometió a una operación de rodilla después de ganar su decimocuarto "major", el Abierto de Estados Unidos del 2008, y permaneció inactivo durante ocho meses. "Ha sido algo tremendamente exitoso. Recuerdo mirar el año pasado el torneo pensando en que ojalá pudiese volver, y que ojalá pudiese hacerlo a un nivel alto", remarcó Woods. "Mirando mi situación a comienzos del año, haber conseguido tres triunfos, ni lo habría imaginado. No gané un 'grande', pero estuve cerca", añadió.

Woods, de 33 años, terminó empatado en el sexto puesto en el Masters de Augusta en abril, y repitió posición en el Abierto de Estados Unidos del mes pasado. A lo largo de su carrera el chico prodigio del golf mundial ha levantado tres 'jarras de clarete'. La primera de ellas la consiguió en el mítico Old Course de Saint Andrews en el año 2000, cuatro vueltas espectaculares en las que no visitó en ninguna ocasión la temible arena escocesa. Su última victoria en el 'British' se produjo hace tres años en Hoylake, allí sólo golpeo un drive, no le hizo falta sacarlo de la bolsa para imponerse a sus rivales, incluido un correoso Chris Dimarco que volvió a desaprovechar otra oportunidad de llevarse un grande.

En la edición del presente año parece que Tiger apostará por una estrategia conservadora, tratará de minimizar riesgos y evitar por todos los medios los bunkers del link escocés. "Una bola en la arena supone un golpe de penalidad" afirma el golfista norteamericano que conoció por primera vez Turnberry hace menos de una semana.

Incluso pegadores consagrados del circuito como Ángel Cabrera, reciente vencedor del Masters, han mostrado su intención de jugar la bola corta de los bunkers. También el defensor del título, el irlandés Padraig Harrington, ha expuesto que su estrategia se basa en "evitar la arena", es consciente que, con su irregular temporada, será muy difícil repetir el título que ganó hace un año en Royal Birkdale.

El campo de Turnberry es un recorrido que penalizará tremendamente las salidas que no acaben en la calle, pero los escasos valientes que desenfunden su drive en el tee con acierto serán tremendamente recompensados con claros aportunidades de birdie. Es una cuestión de asumir riesgos.